martes, mayo 26, 2009

Antes de tu llegada

Pues veme aquí, ve lo mucho o poco que queda de mí.
Aquí está tu padre amándote antes de tu nacimiento. No sé quién eres, no te conozco ni tu a mi, sólo hablo por hablar como siempre, no me hagas caso.
Tu abuela escribía antes de que yo naciera, escribía cartas sin destinatario y digo esto porque aún no las he leído. no sé por qué; tal vez hagas lo mismo conmigo: ley de la vida.
Acostumbramos seguir los patrones de nuestros antecesores sin darnos cuenta siquiera.
Te veo crecer en mi mente y me da miedo no ser quien tu esperas ver; las cosas aquí no siempre han estado bien, sólo hasta que me llegó la noticia de que vendrías, la vida se torno a otro modo.
Que gran problema tengo, aún no has nacido y ya te quiero adjudicar mis penas. Quiero gritarte que te amo, que me hacías falta, que lloro menos.
Quiero platicarte del abuelo, de mi abuelo, que más que mío sería tuyo, te amaría más que yo, porque lo único que el viejo tenía, era amor infinito que repartir; no me dió la vida porque llegó tarde, pero me dió más que eso, me dió la calma cuando todo a mi lado desfallece en temor, me dió un Padre Nuestro cuando el hambre apretaba e iglesias sin Curas para llorar de dolor.
Me dió amor cuanto pudo y como pudo, calor; una casa que ahora es tuya, llena de versos, música y mucho, mucho amor.
Aquí está tu padre escribiendo al alba, lleno de ron y pecado, deseando que nunca te parezcas a mi.
Aquí está lo bueno y lo malo en comunión con la noche, de fondo Beethoven y de Biblia Boudelaire.
La Flores del Mal, no son tan malas como dicen, algún día lo tendrás que leer.
En fin, aquí estoy esperando tu llegada como quien espera el tren del viejo amor, sólo que en este caso es el amor de mi vida, por quien me levanto en las mañanas y trabajo, por quien vivo desde enero para acá.
Serás mi cable a tierra, mis metas y demás; la tía Gabba también está esperando tu llegada, seas Regina o Santiago que más da.
Habrá que esperar a que crezcas para entender la realidad, no sé si sea bueno pero tendrá que llegar, hay veces que no nos gusta lo que vamos a escuchar, pero la historia es el camino por el que a veces hay que pasar.
Es difícil no lo niego, pero conmigo irás a cruzar montañas, ríos, mares y el cielo taciturno, lleno de lluvia de estrellas en Tepoztlán.
Quiero ser un gran padre, como el mío lo fué, quiero defenderte de los perros y enseñarte a correr, ir juntos de campamento, de farra y borrachera hasta que me digas: Sólo te aviso que hoy no vendré.
Te amo hija mía, no lo olvides nunca más. Eres esperada por todos, deseada por muchos y amada por papá y mamá.

Junio 2007.
La fiesta va a comenzar
ya llegaron las dos putas:
La Locura y La Soledad.

A los 3 que hoy no están

Parafraseando a Ginsberg, tengo derecho a decir que he visto a las mejores mentes de mi generación atrapadas en noches vacías por el encanto que da la caña al fermentarse, hundidos en discusiones absurdas que no llevan a ningún sitio, fumando tabaco oscuro y divulgando ser Dioses con esferas plateadas en el confín del universo.
He conocido a las mejores mentes de mi generación, que hoy no profesan lo que ayer habían dicho; van buscando en la vida algo, sin forma, sin cuerpo, buscan, pero no saben que primero hay que buscarse uno mismo. Hay que hacer estallar el cerebro para saber de qué estamos hechos, sólo así sabremos definir el camino y encontrar lo que hoy no sabemos.
Las mentes que algún día me acompañaron, hoy no comulgan con el Padre Nuestro, bendito sea el ADN por no permitir ciertos parentescos.
Los miedos que orillan a seguir con los nuestros, malforman el paso que siempre nos llega al encuentro. Hoy que me entero por ciertos canales, me da tristeza saberme incompleto, esas vivencias, ciertos momentos, inolvidables abrazos, se los ha llevado el viento.
No somos nada, la vida es prestada, polvo de estrellas y nosotros quedamos en esta nota guardada.
Adiós muchachos, cantaba Gardel en su esquina; adiós hermanos les dice éste que los estima.

lunes, mayo 18, 2009

Poetas, Mundo, un minuto de silencio.

Tacuarembó perdió uno de los suyos y el mundo a uno de los grandes, se fue Mario a los 88 años, se fué para encontrarse con Luz, su mujer.
Escritor de oficio permanente, cantor de amor, soledad y compromiso político; hoy Benedetti nos deja convalecientes e inmensamente tristes por su muerte.
Se fué el domingo a entregarse a la muerte sin preguntas y ella lo aceptó tranquila sin respuestas, con un tiempo sin tiempo, sin recato y sin reloj.
Nos deja su obra, un poema para cada día, cuentos, ensayos y encendido el Lado Oscuro del Corazón...
Descansa en paz poeta, que las penumbras se iluminen con tu canto, porque a partir de ahora tú y el mundo son mucho más que dos.

Quise quedarme pero me fuí...

Por alguna extraña razón, de un momento a otro deje de escribir. Quise desprenderme de todo lo que me remontaba a ti, libros, música, letras, amigos, conciertos, viajes, atardeceres, ron, habanos, asados, flamenco, poesía.
Alguien me dijo que todo lo que está debajo del cielo, tiene su tiempo; después de unos años hoy te volví a ver. Me devolviste un poco de lo que creí perdido, de lo que deje ir. Te pido perdón, te doy las gracias por tu tiempo, quiero quedarme pero me tengo que ir.